El verano se presta a ello, estamos más disponibles para levantar la vista y observar lo que nos rodea, para dedicarle un pedacito de nuestro tiempo a una actividad tan maravillosamente improductiva como observar el cielo.
Pero ¿por qué encontramos tal placer al contemplar las estrellas? Piensa en ello, puedes encontrar respuestas que te sorprenderán.
Si somos capaces de identificar algunas constelaciones, el placer se prolonga e intensifica. Queremos presentaros al Cisne, una hermosa constelación que podéis encontrar próxima al cenit en las noches de verano.
Para localizarla, conviene busca a Deneb, una de las estrellas más brillantes del cielo, cercana a Vega, la otra gran reina de la noche.
El Cisne tiene forma de una gran cruz un poco rota. Deneb representa la cola del Cisne . Y Albireo, una bonita estrella doble, con un llamativo contraste de amarillo dorado y verde azulado, la cabeza en la que culmina el largo cuello del ave.